
La idea primitiva era una máquina expendedora de sexo en un futuro bastante complicado.
Parece ser que en ese futuro vagan por las calles hombres con partes robóticas y robots con partes humanas, algunos con necesidades tan basicas como el sexo. Dicha energía la desagotan en lugares debidamente emplazados respetando las normas del orden establecido y bajo la tutela de sus fuerzas policíacas.
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